sábado, 15 de enero de 2011

¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?.

La autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía, y se basa en todos aquellos pensamientos, sentimientos y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Todos los cientos o miles de impresiones, evaluaciones y experiencias de diferentes tipos, se conjuntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos, o al contrario, en un incómodo sentimiento negativo.
Nuestra autoestima afecta a todos nuestros ámbitos, familiar, social, sentimental, laboral, etc.
Numerosos estudios han demostrado, que las personas que se sienten bien consigo mismas suelen sentirse bien en la vida, capaces además, de afrontar y resolver con seguridad los retos y responsabilidades que ésta les plantea.
El autoconcepto, hace referencia a la representación que la persona tiene de sí misma. Cuando el sujeto compara esa imagen que tiene de sí mismo, con la imagen ideal que le gustaría tener, es cuando se forma la autoestima. Cuando dicha representación coincide o es muy parecida a su imagen ideal, es cuando el sujeto tendrá una buena autoestima, si por el contrario su imagen ideal es muy diferente a su autoconcepto, el cual lo encuentra muy inferior a su ideal, entonces su autoestima será muy baja.
Algunas de las características de las personas con baja autoestima son: Ser extremadamente críticas consigo mismas, son perfeccionistas, son exigentes y críticas con los demás, evalúan y analizan cada gesto, acto o pensamiento que realizan, tienen un temor excesivo a cometer errores y necesitan la aprobación continua de los demás. Por el contrario las personas con una alta autoestima tienden a poseer una visión de sí mismo realista y positiva, no necesita la aprobación de los demás, no se cree ni mejor ni peor que nadie, muestra sus sentimientos y emociones con libertad, afronta los nuevos retos con optimismo, intentando superar el miedo y asumiendo responsabilidades, le satisfacen las relaciones sociales, le gusta desarrollar los proyectos y sabe aceptar las frustraciones aprendiendo de los fracasos.
Actualmente hay diversos programas de entrenamiento en mejora de autoestima, gracias a los cuales y acompañados por un profesional, podemos realizar pequeños cambios, que nos den como resultado cambios importantes en la forma de vernos a nosotros mismos, es decir, en nuestro autoconcepto y como resultado en nuestra autoestima.

lunes, 3 de enero de 2011

¿QUÉ ES LA ENVIDIA?

La envidia es un fenómeno psicológico, muy común , que hace sufrir enormemente a muchas personas, además de, principalmente, a los propios envidiosos. Se trata de un sentimiento de frustración ante algún bien o cualidad positiva de otra persona, típico de las personas más débiles o fracasadas y que forma parte del rasgo humano conocido como narcisismo, desde el que el sujeto experimenta un ansia infatigable de destacar, ser el centro de atención y ser el mejor.
Muchas personas se sienten continuamente amenazadas y angustiadas por los éxitos, la vida y la felicidad de los demás, y viven en perpetua competencia contra todo el mundo, atormentadas sin descanso por la envidia.  Pero, no es sólo que los demás tengan cosas que ellas desean: ¡Es que las desean precisamente porque los demás las tienen! Es decir, para no sentirse menos. Este sufrimiento acaba condicionando su personalidad, su estilo de vida y su felicidad, así como sus relaciones interpersonales.
La envidia es la rabia vengadora del impotente que, en vez de luchar por sus anhelos, prefiere eliminar la competencia ya que le resulta más fácil. El envidioso es un insatisfecho (ya sea por inmadurez, represión, frustración, etc.) que, a menudo, no sabe que lo es. Por ello siente consciente o inconscientemente mucho rencor contra las personas que poseen algo (belleza, éxito, dinero, poder, libertad, amor, personalidad, felicidad, etc.) que él también desea, pero que no puede o muchas veces no quiere desarrollar. Así, en vez de aceptar sus carencias o percatarse de sus deseos y facultades y darles curso, el envidioso odia y desearía destruir a toda persona que, como un espejo, le recuerda su privación.
Las formas de expresión de la envidia son muy numerosas: críticas, rechazo, ofensas, difamación, rivalidad... Y puede quedar manifiesta explícitamente o quedar implícita en diferentes tipos de comportamientos o procesos cognitivos. Por ejemplo, en ocasiones, las personas envidiosas intentan demostrar a todas horas sus altos conocimientos en algún tema o ponen continuamente a prueba a los demás, ya que la envidia suele ir acompañada de un complejo de inferioridad.
No hay que confundir la envidia con los celos, ya que son sentimientos muy distintos. Los celos nacen de la inseguridad y del miedo a perder el afecto de la persona amada. La envidia nace de las carencias del sujeto, que quiere destruir al objeto-espejo.

En suma, cuanto más débil, insatisfecha o narcisista es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento emocional con ayuda de un profesional. Tener una buena autoestima y como resultado un buen autoconcepto, aumentar nuestra percepción de autoeficacia y trabajar para conseguir nuestros anhelos, desarrollar la autoconfianza, así como el madurar y saber aceptarnos con nuestras virtudes y nuestros defectos, nos evitarán caer en la envidia.