Aunque
hay muchos estudios al respecto, hay un hecho evidente, cada vez más personas
tienen problemas de abuso o dependencia de sustancias psicoactivas.
Desde
el cannabis a la cocaína, pasando por todo tipo de derivados anfetamínicos, la
realidad es que hay una gran oferta de estas sustancias, y por supuesto, una
importante demanda.
Y
es que debido a la crisis actual en la que está inmersa el país y con la
problemática añadida y particular de cada caso, cada vez acuden más a consulta
personas que manifiestan estar preocupados por el abuso de estas sustancias o
con problemas de dependencia.
Lo
primero que debemos tener en cuenta, es que salvo en muy pocos casos, estos
consumos en su mayoría son conductas de escape a las diferentes problemáticas
que puedan coexistir, en la vida de estos pacientes. Por ello, es necesario
trabajar de manera combinada tanto la deshabituación psicológica y/o
desintoxicación dependiendo de la sustancia, como el origen o causa del
consumo, ya que si solo trabajamos el consumo, nos arriesgamos a que más
adelante aparezca de nuevo la conducta de abuso o dependencia, en relación a la
misma sustancia, a otras, u otro tipo de conducta compulsiva como
pueda ser el juego patológico o el sexo compulsivo.
Por
supuesto, lo principal es que el paciente reconozca su problema y esté
dispuesto a luchar con uñas y dientes por dejarlo. Si acuden a consulta por
otros motivos como pueda ser para satisfacer a su esposa, marido o hijos,
lógicamente será más complicado que se adhiera al tratamiento.
En
este tipo de intervenciones es fundamental, el papel de la familia o pareja, ya
que puede ser un facilitador y un fuerte punto de apoyo en la terapia, como
interferir en esta. Para explicar esto y asegurarnos de que se comprende, es
importante realizar alguna sesión de apoyo con el otro miembro de la pareja o
con el familiar que corresponda, ya que puede servir para una
intervención más eficaz. Identificar a veces problemas en la pareja, pueden
ayudar a comprender mejor lo que ocurre y poder trabajar de forma más
específica.
Hay que destacar, que es
importante a la hora de trabajar, tener en cuenta el grado de consumo o
adicción y si existen de forma combinada otro tipo de adicciones como pueda ser
al alcohol, sexo o juego. El deterioro laboral, social y familiar, por no hablar
del económico al que suele llevar este tipo de problemáticas, hace que conforme
pase el tiempo sea más complicado su tratamiento.
Realizar
lo que se denomina un control estimular, es imprescindible al principio de la
terapia, para evitar el acceso a la sustancia en la medida de lo posible. No
disponer de dinero, justificar todos los gastos, borrar la agenda de teléfono,
evitar sitios o personas asociadas al consumo, son algunas de las primeras
pautas para poder trabajar de manera adecuada. A
sí mismo, técnicas de reestructuración cognitiva, solución de problemas,
relajación, distracción de pensamiento, habilidades sociales o asertividad, son
otros de los puntos fuertes que se deben de trabajar a veces en este tipo de
problemáticas. Lo más importante, es indagar y averiguar qué es lo que está
empujando a ese paciente a consumir o que factores mantenedores existen y
facilitar al paciente las herramientas necesarias para su aceptación y poder
afrontarlo de una manera más adecuada.