miércoles, 23 de mayo de 2012

CELOS. UNA EMOCION NEGATIVA.

Los celos son una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Son la respuesta natural ante la amenaza de perder una relación interpersonal importante para la persona celosa.

Comúnmente, se denomina así a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. Y también se le conoce así, al sentimiento de envidia hacia el éxito o posesión de otra persona.

Los celos pueden ser sanos cuando lo que se demanda es algo que se debe hacer sobre una base de equidad en la pareja; sin embargo acudir a este tipo de conducta en algunas ocasiones donde no hay motivo para ello, refleja algunas carencias internas personales.

Los celos quedan manifiestos, cuando se hacen demandas inapropiadas y cuando ejercen sentimientos enfermizos porque las demandas no son satisfechas. Este sentimiento, refleja una cierta inseguridad emocional por perder dominio o sentirse inferior en una relación interpersonal. En algunas ocasiones, puede haber una conducta por parte de la otra persona que efectivamente provoque esos celos, pero en muchas otras no hay motivos para sentir celos y sin embargo la persona que los padece se siente vulnerado e intenta ejercer control sobre la persona objeto de los celos, atrapándola en una red de circunstancias opresivas tales como privarla de la libertad, aislarla, seguirla al trabajo, revisar sus relaciones externas, buscar una evidencia de traición etc.
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Lo importante, es saber determinar cuando estos celos son infundados, ya que en ese caso pueden ser una emoción destructiva para la relación. Es en este caso, cuando lo recomendable es pedir ayuda a un profesional, ya que puede que la persona que los padece deba trabajar su autoestima, o puede que haya alguna problemática subyacente más importante que provoque los celos, como pueda ser una alteración de la personalidad.
Una característica que parece destacarse en las personas celosas es tener rasgos de egoísmo, por ello, en ocasiones pueden ir asociados a trastornos de la personalidad como el trastorno de la personalidad narcisista, pero en general, suele ir acompañados de sentimientos de inseguridad e inferioridad, baja autoestima y autoconfianza.

Los celos pueden estar presentes en todo tipo de personas, indistintamente de su condición socio-económica o forma de crianza y manifestarse en personalidades que aparentemente parecían seguras de sí mismas. Incluso personas que nunca han sentido celos, en un momento concreto de su vida pueden volverse celosas.

Ejercicios como hacer una lista de cualidades positivas nuestras o una lista de logros y éxitos, así como registrar al final del día, cosas positivas que hemos hecho, y momentos en que nos hemos sentido bien y nos hemos gustado más a nosotros mismos, pueden ayudar a trabajar la autoestima, pero si los celos persisten deberíamos acudir a un psicólogo para que con ayuda de otras técnicas más complejas trabajemos los pensamientos asociados y las conductas inadecuadas.