viernes, 28 de diciembre de 2012

LA TERAPIA PSICOLÓGICA CENTRADA EN LOS VALORES.


Cuando llegamos a un punto en el que nuestra forma de vida, nuestras problemáticas, nuestras creencias o nuestras emociones nos generan abundante malestar, solemos preguntarnos que estamos haciendo mal y cómo podemos solucionarlo.
En muchas ocasiones, acudimos a un psicólogo para que nos oriente y nos ayude a identificar donde están los errores y como modificarlos.

Centrarnos solo en la reducción del malestar, puede terminar en una evitación experiencial, que nos llevará a realizar todo tipo de conductas que ayuden a evitar ese malestar, aunque para ello nos vayamos alejando de lo que es importante para nosotros. De esta forma, evitaremos el malestar, reduciendo la angustia, el dolor, la tristeza etc… pero no construiremos el camino que nos lleve hacía una vida más plena y feliz.

Lo primero que debemos hacer, es preguntarnos que razones o motivaciones sustentan en general, nuestras acciones o modos de vida, es decir, por qué hacemos algunas cosas que sabemos que nos generan malestar o que van en contra de nuestros valores.
Podemos hacerlas, buscando la aprobación  de otros, para reducir el rechazo o incluso terminar con las amenazas, para eliminar los sentimientos de culpa, tristeza, soledad o angustia, por comodidad sin pensar en las consecuencias a largo plazo, para eliminar el sufrimiento o el dolor, por la búsqueda de satisfacción inmediata con el convencimiento de que esto es un aspecto imprescindible para vivir, o porque así creemos que nuestra vida tiene significado y que a la larga lo que hacemos puede tener consecuencias que trasciendan a nuestra propia vida.

Así pues, debemos preguntarnos al servicio de que metas estaría el alivio del sufrimiento, o dicho de otra manera, ¿Qué es lo importante para mí?, o ¿Cuáles son mis valores?.

Pasar por momentos dolorosos o costosos, trabajar para el cambio y salir de nuestra zona de confort necesita tener una justificación.
De esta forma, si identificamos que es lo importante para nosotros, que está obstaculizando nuestro camino y de que recursos disponemos, podremos no solo reducir nuestro malestar, que también es lo que interfiere, sino además, conseguir aquello que para nosotros es importante.


domingo, 28 de octubre de 2012

MEJORAR NUESTRAS RELACIONES

Crear relaciones con los demás, no se resume a familia y amigos íntimos.
Tener una buena red social es importante, ya que entre otras cosas, además de incrementar nuestra autoestima nos proporcionará seguridad y apoyo en momentos complicados.

Compañeros, conocidos, amigos, familia...Diversificar nuestros vínculos nos ayuda a crear una red de apoyo, a no caer en dependencias y a esquivar la soledad.


La falta de lazos afectivos con los demás, nos afecta profundamente, ya que el ser humano es por naturaleza un ser sociable y gregario, que se siente cómodo y seguro junto a su grupo, satisfaciendo así su necesidad de pertenencia.

Necesitamos pertenecer a algo, comunicarnos, sentir que no somos seres aislados.
Pero además de tener nuestros "mejores amigos", personas con las que nos sentimos más fines y en las que confiamos más, es importante tener más relaciones de afecto y amistad.
Familia, amigos y compañeros de trabajo, realizarán diferentes funciones en las diferentes etapas de la vida.
Por ejemplo, durante la adolescencia, nuestro modelos de referencia será nuestro grupo de iguales, no la familia, y sin embargo durante una pérdida o un momento vital complicado, la familia será el grupo que más seguridad y tranquilidad nos transmita.

A la hora de tener una relación de pareja, no debemos caer en el error de perder la relación con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo. Debemos plantar desde el principio, las semillas de una relación que con el tiempo sea fuerte y sana, donde cada uno mantenga su espacio y conserve su propia red social, evitando así desarrollar una relación basada en la dependencia. De esta forma, en el caso de que esa relación algún día termine, conservaremos a nuestra familia y amigos, que nos servirán de apoyo para seguir adelante.

Marisa Hernández Torrijo. Psicóloga.
Para revista "Psychologies". 
Artículo completo, dossier Noviembre 2012.