sábado, 2 de abril de 2011

¿NECESITAMOS TERAPIA DE PAREJA?

Alguna que otra pareja se ha preguntado alguna vez, si puede que necesiten terapia de pareja para solucionar sus conflictos, y de ser así, si realmente funciona o puede hacer que aún se distancien más, o incluso puede llevarles a romper del todo la relación. Se sabe que algunas parejas, han ido a un psicólogo para hacer terapia de pareja y han roto definitivamente. 
Pero deberíamos de preguntarnos, si realmente esa pareja no estaba rota ya cuando llego a terapia y la terapia les sirvió para aceptarlo, o si en ella han obtenido las herramientas necesarias para poder afrontar que aquello terminó.
La pérdida de individualidad, la falta de empatía, factores ambientales, falta de reforzamiento, déficit en habilidades de comunicación y de resolución de problemas, así como errores de pensamiento o malos hábitos, son algunos de los factores que pueden hacer que aparezca el conflicto en la pareja.
En toda relación, al principio, existen una serie de determinantes que hacen que sea más difícil que aparezca el conflicto, como por ejemplo; las expectativas idealizadas, la novedad de la comunicación sexual, la ausencia de toma de decisiones importantes en común, el carácter restrictivo de la relación y la atracción inicial mutua, junto con una alta tasa de intercambios reforzantes.
Pero en la mayoría, conforme la relación va evolucionando surge el conflicto. Generalmente, aparece debido al choque entre las expectativas y la realidad, y cuando ese choque es significativo, comienzan a intercambiarse dosis de estimulación aversiva. Algunas parejas recurren a la coerción, para obtener la conducta deseada. Otras, llegan al abandono emocional o físico, buscando otras fuentes de reforzamiento como puede ser un hijo, un amante, amigos, etc…
En terapia, se estudian las bases del conflicto, se identifica el problema y se evalúa de modo preciso, qué factores son los determinantes para intervenir en consecuencia.
No obstante, no caer en los reproches, reforzar a nuestra pareja de forma positiva, saber escuchar y atender las necesidades del otro, sacar tiempo para la relación de pareja y saber comunicar de forma adecuada nuestros deseos, dudas o inquietudes, son algunas de las cosas que pueden ayudarnos a tener una mejor y más feliz relación de pareja.