sábado, 28 de julio de 2012

APRENDIENDO A MANEJAR EL ESTRÉS.

Generalmente cuando estamos angustiados, estresados y padecemos ansiedad, estamos acostumbrados a tratar el síntoma  y no la causa. Tomar valerianas o algún tipo de fármaco nos puede ayudar a sentirnos mejor ya que aliviaremos los síntomas pero si no determinamos lo que origina ese malestar y lo aprendemos a gestionar de forma adecuada no solucionaremos el problema, sino más bien pondremos un parche que nos ayude a sentirnos mejor pero de manera transitoria.
Algunas de las cosas o pequeños cambios que podemos hacer para maneja mejor el estrés son;
-Comer sano, despacio y sin urgencia.
-Hacer una pequeña siesta o dar un pequeño paseo después de comer.
-Dormir en una habitación bien ventilada, con un colchón adecuado, sin ruidos. Si has tenido un día tenso, no te obligues a dormir, primero debes relajarte.
-Pinta tu dormitorio, la oficina o el sitio donde necesites relajarte de colores suaves y que te den sensación de calma.
-Si te lo puedes permitir por tu tipo de trabajo ponte música relajante mientras trabajas o cuando quieras relajarte.
-Entrégate a una sola actividad y haz una cosa detrás de otra, nunca varias a la vez.
-No te lleves trabajo a casa, cuando sales de la oficina o de tu lugar de trabajo ese tiempo dedicado a esa tarea ha terminado. Piensa que lo ideal es 8 horas para descansar, 8 horas para trabajar y 8 horas para disfrutar.
-Aprende a delegar en otras personas y evita el excesivo control de las cosas o de las situaciones.
-La perfección no existe. Si para sentirte seguro necesitas controlarlo todo y eres demasiado perfeccionista puede que sea necesario que lo trabajes con un psicólogo.
-Dedícate algún momento del día para ti, haz alguna actividad relajante y creativa como cocinar o hacer jardinería, practica algún hobbie, haz algún tipo de manualidad o simplemente darte un baño caliente de espuma.
-Haz algún tipo de deporte, practica ejercicio aeróbico o pasea por algún sitio relajante al aire libre.
-Entra en contacto por lo menos una vez a la semana con la naturaleza, dando un paseo por el parque o alguna zona verde, o entra en contacto con animales.
-Aprende alguna técnica de relajación o practica Yoga, Tai-Chi o meditación.
-Evita los estimulantes como la cafeína, la teína o las bebidas energéticas.
-Haz un planning semanal con las tareas que debes realizar y procura cumplirlas dentro de lo establecido, para evitar que se te acumulen varias para el mismo día.
-Si necesitas una agenda o memoria externa utilízala. No hace falta ser un alto ejecutivo para llevar una agenda encima.
-Se consciente de tus limitaciones y acéptalas.
-Aprende a diferenciar lo que puedes cambiar de lo que no. No pierdas energía ni tiempo en batallas perdidas.
-Repasa tus habilidades sociales y asertividad. Saber decir que no de una forma adecuada, te hará sentirte mejor y a no cargar con tareas que no puedes realizar en ese momento.
-Aprende a afrontar los problemas cuanto antes de una forma adecuada y no los dejes apartados o los evites, ya que aunque no lo creas aparecerán como pequeñas rumiaciones en tu cabeza día si y día también haciendo que te sientas estresado.
-Olvida el "debería" y utiliza "me gustaría", es más flexible y así aunque no hagas algo o no llegues, no te sentiras tan mal como con el "debería" que denota más obligación.

Con pequeños cambios los resultados pueden ser enormes.


ANSIEDAD ANTICIPATORIA. ADELANTARSE A LOS PROBLEMAS ENVEJECE.

Preocuparse antes de tiempo aumenta el riesgo de accidentes cardiacos o cáncer. Lo demuestra un estudio realizado por la Universidad de California (EEUU). Debes procurar  no ser sufridor o sufridora, cuando aún no hay razón para ello, ya que tu ansiedad puede enfermarte.

Adelantarse siempre a los problemas envejece prematuramente las células.
Los individuos muy negativos y pesimistas tienden a desarrollar más síntomas somáticos y enfermedades, que los que no lo son o lo son o menor grado.
El hallazgo de investigadores del Laboratorio de Neuroendocrinología de la Universidad de California, demuestra que una acumulación de situaciones estresantes es capaz de agregar muchos años más al ADN de una persona que los de su edad cronológica real.  En la intimidad de los delicados mecanismos genéticos que rigen la división y la multiplicación celular, los científicos han hallado por primera vez pruebas fehacientes de que el estrés anticipa el envejecimiento.
El preocuparse antes de tiempo o la ansiedad anticipatoria, pueden ser un mal aliado tanto para la salud mental como para la salud física. Cuando estamos tranquilos en casa, pensando en alguna situación que tenemos que afrontar y empezamos a imaginar todo tipo de resultados nefastos, visualizamos la situación de forma desastrosa, nos mandamos todo tipo de pensamientos negativos y nos convencemos a nosotros mismos de lo mal que irá todo, como resultado inmediato aumentaremos nuestra activación y el cuerpo se pondrá en alerta como si hubiera una amenaza real inminente.

Este tipo de estrés que nosotros mismos nos generamos puede llegar a hacernos experimentar taquicardias, sudores, mareos, inestabilidad o dificultad para respirar entre otras cosas, pero además, la liberación de hormonas relacionadas con el estrés como el cortisol, pueden llegar a dañar las células.

Por lo tanto debemos intentar no adelantarnos a los acontecimientos y menos con pensamientos negativos, autoderrotistas o de incapacidad de afrontamiento. Debemos aprender a desconectar de las cosas que no podamos solucionar hasta mañana.  Practicar alguna actividad que nos guste y nos relaje, mandarnos autoinstrucciones y mensajes positivos, y tener la mente ocupada nos ayudará a sentirnos mejor hasta que llegue el momento o la situación esperada.