jueves, 19 de diciembre de 2013

LA PSICOLOGIA EN NAVIDAD: Conflictos Navideños.

Durante estos días hay muchas personas que en lugar de disfrutar y relajarse, acaban superadas y estresadas, por los preparativos, los conflictos familiares, los niños, el aumento de gasto, etc… Las vacaciones de navidad pueden ser fuente de conflictos personales y familiares, e incluso poner de manifiesto cosas que durante el resto del años han permanecido en un segundo plano u ocultas. Además, hay que añadir la difícil situación económica por la que están pasando algunas familias. Por todo ello, las fechas navideñas suelen traer a consulta a personas con un aumento de ansiedad, sintomatología depresiva y un gran malestar psicológico.

Algunas fuentes de malestar habituales durante la Navidad son:

-Tensiones en la pareja;
Al pasar más tiempo juntos es más probable que aparezcan roces. Además, hay que negociar comidas y cenas con la familia de ambos y en algunas ocasiones cuesta afrontar esto con la propia familia.

-Conflictos familiares;
Debido a la gran carga emocional y a la ansiedad que genera el juntarse con algunos familiares, y con el añadido del alcohol, se desentierran fantasmas del pasado y cuestiones que parecían olvidadas como herencias, rivalidades y diferencias entre hermanos, cuestiones económicas, cuidado de los mayores etc…

-Organización de los festejos;
Debido al carácter familiar de estas fiestas, algunos de los motivos por los que se pueden crear conflictos son el lugar o domicilio donde realizar la celebración,  a quien invitar, a que casa acudir o que regalos hacer y a quien. Además, los niños están de vacaciones y en muchas familias hay que organizarse teniendo en cuenta esto. El trabajo, las cenas de empresa, el cuidado de alguna persona enferma en estas fechas, pueden ser también fuentes de estrés.

-Cuestiones personales;
Terminar un año supone de alguna manera enfrentarse a la propia muerte. Se toma conciencia de que la estancia en el mundo es temporal, se repasa el camino recorrido, centrando a veces más la atención en las metas no conseguidas y eso puede generar malestar.

-Recuerdo de seres queridos fallecidos;
Puede ocurrir que algún familiar de un ser querido fallecido recientemente no tengas ganas de celebración siendo su postura contraria a la del resto, y su estado de ánimo no sea comprendido por los demás tomándoselo como algo personal.

Algunas pautas pueden ser útiles para manejar el estrés y este tipo de situaciones durante las vacaciones de Navidades son:

-Expectativas realistas;
Ninguna Navidad es perfecta ya que la propia perfección no existe. El mundo comercial despliega todas sus armas para estimularnos y que aumentemos más el consumo. Además, las personas no cambian su forma de ser en Navidad, aunque hay una mayor predisposición a estar contentos, el temperamento y carácter de algunas personas seguirá patente, por lo que tendremos que aceptar esto.

-Preparar un presupuesto;
Si la lista de deseos de nuestros hijos está fuera del presupuesto hablaremos con ellos, puesto que un regalo más caro no significa una mayor demostración de amor. Es cierto, que estas son cuestiones que deben enseñarse durante todo el año.
Hay que calcular antes de nada hasta donde se puede llegar y ceñirnos a eso.
Una cena de nochebuena más cara ni grandes regalos, mejoraran sus relaciones familiares, al contrario, cuando finalicen las fiestas aumentará su ansiedad y estrés, debido que tendrá que hacer frente a nuevos gastos.

-Tiempo para uno mismo y la pareja;
En ocasiones el exceso de actividades sociales pueden hacer que no haya tiempo para uno mismo o para celebrarlo a solas con la pareja. Tenemos que buscar esos tiempos, que además de generarnos emociones positivas, reducirán nuestra vulnerabilidad ante situaciones estresantes. 

-Anticípate a las fiestas;
No hay nada más estresante que estar continuamente dándole vueltas a los preparativos o el menú. No lo dejes para los últimos días, y aunque hay algunos productos que es mejor comprarlos con poco tiempo, intenta dejar poco a poco durante las semanas de antes algunas cosas preparadas.

-Aprender a ser asertivo;
Saber decir que no, expresar como nos sentimos o cuales son nuestros deseos, es importante en estas fechas. Padres, hermanos, suegros y demás familia, pueden imponernos situaciones que no nos apetezcan o que nos generen malestar. Ante esto, es mejor desde el principio ser claros, ya que además, pueden ser fuente de conflicto durante la comida o la cena, más aún si se ha bebido alcohol y se está desinhibido.
Tenemos que aceptar que hay núcleos familiares que han desaparecido o han cambiado. Es absurdo imponerse comer o cenar con personas con las que no hemos tenido apenas relación el resto del año. Y esto hay que expresarlo y los otros deben respetarlo. Hay muchos padres que no aceptan que sus hijos han formado su propio núcleo familiar, y no entienden que a veces es complicado reunir a familias muy numerosas para estas fechas.

-Enfríate abandonando la situación.
En el caso de que estemos en  una comida o cena con alguna persona que con su comportamiento o conversación está haciendo que nos aparezca malestar, no tengas problema en abandonar la situación durante unos minutos excusándote con el teléfono o diciendo que estás un poco mareado. Aprovecha para ir al baño, lávate la cara y/o manos, respira y piensa en algo positivo e intenta buscar algo gracioso de la situación. Permanece como mínimo 5 minutos, verás como al salir te encuentras mejor. Hazlo tantas veces como sea necesario.

-Desdramatizar;
Tenemos que aprender a desdramatizar algunas cosas respecto a la navidad.
Es mejor estar solo y con bienestar psicológico que acompañado y con ansiedad.
Realmente pasar en soledad algunos de estos días con significa que estemos solos en el mundo, que vaya a suceder algo tremendo, que seamos raros… Hay que elegir libremente que queremos hacer estas navidades y cómo no vamos a generarnos malestar. Hay que afrontar los miedos y tenemos que ser felices y disfrutar antes que cualquier celebración.  Y si hay gente que no lo comprende, quizás no nos quieran tanto como pensamos y estén pensando más en ellos mismos que en nosotros.


domingo, 17 de noviembre de 2013

ESTRÉS Y SALUD. ¿CÓMO PUEDO CONTROLARLO

Parece que por todos es sabido que el estrés está muy relacionado con problemas de salud, pero aún así, en ocasiones, cuando acudimos al médico, parece que no nos terminamos de creer que el origen de nuestro problema resida en el estrés y seguimos intentando buscarle otra explicación.

La respuesta de estrés está diseñada para prepararnos para luchar o huir, de hecho es conocida como “respuesta de lucha-huida”.
Antiguamente, el mecanismo del estrés cumplía el propósito de preparar a los seres humanos para responder a estados de emergencia que le representaban una amenaza física. En nuestra sociedad moderna, no tenemos que enfrentarnos por lo general a animales salvajes (al menos en el sentido literal del término).  Sin embargo, nos enfrentamos a situaciones de otro tipo tales como problemas en el trabajo, en el matrimonio, con la familia etc… y además, seguimos utilizando mecanismos que fueron desarrollados para lidiar con los peligros que comúnmente se presentaban en la vida de las cavernas.

El problema del estrés, en cuanto a su relación con tener una buena salud, surge cuando después de un tiempo, en el cual nuestro organismo ha estado siendo movilizado por este tipo de respuesta, empieza a pasarnos factura.
Estados emocionales prolongados como una situación de infelicidad en el matrimonio o momentos puntuales pero con una frecuencia sostenida en el tiempo como las discusiones diarias con los clientes o el jefe, hace que estemos continuamente utilizando este mecanismo, y de esta forma, pueden ir afectando de manera negativa a nuestra salud.
Bajo dichas circunstancias, la adrenalina, el cortisol y otras hormonas que son secretadas, para llevar a cabo esa respuesta de “Lucha-Huida”, pueden comenzar a causar grandes daños a nuestro organismo.

Algunos de los daños que produce el estrés son: insomnio, fatiga, destrucción de los músculos, diabetes, hipertensión, problemas gastrointestinales como úlceras o colón irritable, impotencia, pérdida de deseo sexual, interrupción de la menstruación, disminución del sistema inmunológico, alteraciones dermatológicas, pérdida de cabello y daños a las células nerviosas.

No obstante, podemos seguir algunas pequeñas pautas para no dejarnos llevar por el estrés.
1.     Haz un parón a mitad de la mañana y de la tarde y obsérvate. Piensa en un semáforo y fíjate si estas en verde (tranquillo), amarillo (algo nervioso) o rojo (descontrolado). Si ya estas en amarillo, busca un sitio tranquilo e intenta calmarte.
2.    Cuando te veas acelerado intenta respirar de forma tranquila. Lo ideal es que con cada inspiración cuentes hasta 4 y cuando exhales cuenta hasta 6, 7 u 8. Es importante que la exhalación sea más larga que la inhalación.
3.    Cuando practiques la respiración puedes también intentar visualizar una imagen agradable y relajante.
4.    Utiliza la tarde del domingo para organizarte la agenda de la semana. Llevar una pequeña agenda te puede ayudar.
5.    Intenta dejarte aunque sea 30 minutos al día para realizar una actividad agradable. La falta de actividades agradables protege del estrés y de la carga de emociones negativas que podemos acumular a lo largo del día.
6.    Observa hasta que punto eres perfeccionista y si eso te lleva a perder mucho tiempo con cada tarea. Tener una personalidad anancástica o perfeccionista puede traernos serios problemas.
7.    Aprende a delegar y a decir que no. Es importante que seamos asertivos.
8.    En ocasiones, pensar en nuestra propia muerte hace que relativicemos muchas situaciones del día a día.

Cada día acuden más a consulta personas (en su mayoría mujeres), con algún trastorno de ansiedad.
,Digamos que la evolución seria: Estrés   Ansiedad,  Depresión.

Por ello, importante que ante los primeros síntomas de estrés, acudamos a un profesional antes de que nos afecte de una manera más seria o acabemos padeciendo algún trastorno de tipo ansioso o depresivo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

SENTIR CULPA. CÓMO AFRONTARLO.

¿Qué es la culpa?. La culpa es definida como un sentimiento de culpabilidad por ofensas imaginarias o por sentirse inadecuado. La culpa nos dice que hemos violado algo y que tenemos que buscar la forma de repararlo.
Nos podemos sentir culpables por muchas cosas incluyendo cuando decimos NO, cuando comemos demasiado, cuando pedimos ayuda, cuando traicionamos a alguien y mucho más… 

El mensaje implicado en la culpa es: "Hice algo malo". Esta emoción nos lleva a la vergüenza, la depresión , la ansiedad, lástima de uno mismo, e inconscientemente estamos buscando nos castiguen.
La Iglesia Católica,  se ha encargado de dar fuerza y voz a la culpa. Quién no recuerda la frase en algún rezo; “Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa…”.

Desde la psicología hablamos de responsabilidad, de una culpa positiva, que es la que te hace sentir responsable de parte que esta bajo tu control y te empuja a sacar un aprendizaje. Una culpa negativa, es la que te sumerje en un mar de afecto negativo de donde cuesta salir. Y es que la culpa nos refuerza negativamente, en el sentido en que quita algo de malestar. El sentimiento de culpa nos hace sentirnos menos malos, por eso a veces cuesta tanto abandonar ese sentimiento de culpa, es más cómodo que hacerse responsable, aprender y actuar.

-Algunas preguntas que podemos hacernos para trabajar la culpa son:
   ¿Estoy dañando a alguna persona o a mí mismo?
   ¿Lo podría haber evitado sin causar problemas mayores?
   ¿Qué circunstancias influyeron en mi conducta?
   ¿Qué sentimiento o emociones contribuyeron para que actuara así?
   ¿Era tan libre como pensaba a la hora de emitir mi conducta o decir lo que dije?
   ¿Por qué elegí actuar así?

-Otra forma de trabajar la culpa es:
1.  Reconozcamos que sentimos culpa y cual es la razón.
2. Pensemos de dónde viene esa culpa. ¿Es porque no estamos cumpliendo con las  expectativas de los demás, con las nuestras, con alguna promesa que me hice?
3. Aprendamos de la experiencia.
4. Si usted hizo algo malo hacia otra persona, puede solucionarlo. Trate de arreglar el problema, pida disculpa y luego perdónese a usted mismo y siga adelante.
5. Si la culpa proviene porque no está cumpliendo alguna expectativa de otra persona. Piense dos veces y trabaje en su autoestima. Usted no está en este mundo para complacer a los demás.

-También podemos hacer la técnica de la tarta. Consiste en dibujar un circulo como si de una tarta se tratara e ir repartiendo trozos a los diferentes factores que incidieron, para que finalmente se actuará de esa manera. Aunque al principio puede que nos hagamos con toda la tarta nosotros, pensando y repartiendo, nos daremos cuenta que al final no nos corresponde un trozo tan grande como creíamos.



Otras técnicas para liberarse de la culpa, entre ella una muy efectiva es la Técnica de Liberacion Emocional que se realiza en consulta.

sábado, 14 de septiembre de 2013

PARO, ¿CÓMO AFRONTARLO?


La situación actual por la que atraviesa el país y su índice de paro, están convirtiendo a la población en carne de psicólogos y psiquiatras.
Depresión, ansiedad y baja autoestima, son algunos de los problemas psicológicos , más comunes , con los que nos encontramos cada día en consulta.

Ante esta situación, uno de los objetivos más importantes es no llegar a tener ninguno de estos problemas, ya que solo dificultará más la búsqueda de empleo.
Para disfrutar de una psique sana y poder afrontar de una manera adecuada la búsqueda de un nuevo trabajo, podemos seguir algunas pautas;

-Mantén los horarios regulares como cuando trabajabas. Come a las horas de siempre y no trasnoches los días laborales.

-Distribuye tareas a lo largo de la jornada, de tal manera, que estés ocupado en ellas las horas que dedicabas al trabajo. Entre estas tareas estarán las dedicadas a buscar nuevas salidas a tu vida laboral.

-Colabora algún día con organizaciones sociales, ayuda a otras personas o acepta cualquier ocupación aunque no sea de momento remunerada. Sentirte útil ayuda a mantener alta tu autoestima y te aleja de la depresión o el pesimismo.

-Aprovecha esta etapa para reciclarte. Realiza algún curso que te pueda interesar a nivel profesional. Aprende cosas nuevas relacionadas con tu profesión. Es una buena manera de tener la mente ocupada y productiva.

-Estudia o acude algún taller para aprender a manejarte en entrevistas de trabajo. Con la tasa actual de paro, la competencia es dura. Aprende a manejarte mejor que otros en una entrevista de trabajo.

-Cuida tu imagen. Ahora es ms nece﷽﷽﷽﷽na oportunidad y no podemos dejar que se queden con una mala imagen, además necesario que nunca. En cualquier momento puede surgir una oportunidad y no podemos dejar que se queden con una mala imagen. Tu ropa, tu pelo y tu aspecto van a ser tu carta de presentación y no sólo te verán mejor los demás, sino que te sentirás mejor.

-Acepta que puede que tengas que buscar empleo también en otros sectores que no sean el tuyo o salir fuera de tu ciudad. No te lo plantees como algo fijo y piensa que te puede servir para afrontar mejor este momento hasta que encuentres algo relacionado con tu profesión.

-Fomenta las relaciones. Lo peor que puedes hacer es enfadarte con el mundo o la vida y aislarte. La familia y tus amigos de siempre así como los que puedas ir ganando son necesarios para un buen estado de ánimo. El ser humano es sociable y gregario por naturaleza. Además, cuanto más nos relacionemos, más probabilidad hay de que surjan nuevas oportunidades.

-Haz deporte. El hacer deporte mantiene la mente despejada y ayuda a segregar endorfinas y encefalinas, neurotransmisores opiodes que aportan sensación de calma y bienestar.

-Busca la naturaleza. Estar en contacto con animales, los parques, el campo o la playa relaja los sentidos y te ayudará a estar más tranquilo.

-No abuses del alcohol. El alcohol acentúa el estado anímico que teníamos previamente. Si estamos contentos nos ponemos eufóricos, pero si tenemos alguna situación difícil o estamos tristes nos hundirá todavía más. Es lo que se conoce como “El bajonazo del día siguiente”. Solo conseguirás estar más deprimido al día siguiente y menos productivo.

No obstante, para saber afrontar psicológicamente mejor la nueva etapa en el paro, aumentar tus posibilidades en las entrevistas de trabajo, mejorar tus habilidades sociales, o manejarte emocionalmente de una manera adecuada en estas situaciones, puedes acudir a un psicólogo para que te oriente sobre estos aspectos. Piensa que las empresas cada vez se apoyan más en estos profesionales y en su criterio a la hora de seleccionar personal.