jueves, 25 de enero de 2018

MUJERES PSICÓPATAS


Tras el caso de Patraix o de Ana Julia Quezada, muchos son los que se asombran al ver que también existen mujeres con perfil de psicópata, desconociendo que suelen ser aún más habilidosas y peligrosas que los hombres. 

Primero creo que es importante aclarar algunos conceptos.
Dentro de la psicopatía existen dos perfiles diferentes según el origen de la misma.

1. Por un lado, El o la Psicópata primario/a o psicópata "puro/a", que nace con una tendencia innata hacia la manipulación, la explotación de los demás, suele haber un comportamiento cruel y sólo importa su bienestar y satisfacer sus deseos e impulsos.

2. Por otro lado, existen sujetos que son capaces de realizar actos psicopáticos, sin tener una personalidad psicopática innata, sino que la han adquirido por brutalidad, abusos, traumas o como resultado de su compleja psicobiografia. Son los denominados Sociópatas, donde el prefijo "socio" revela que el origen de su comportamiento está en la sociedad y no en un temperamento innato. Hablaríamos del trastorno antisocial de la personalidad, de terroristas, delincuentes y criminales.

Ambos tipos, si compartirían lo que en salud mental denominamos "La triada oscura"; Narcisismo, maquiavelismo y falta de empatía, además, de otras características como el encanto superficial, la manipulación, o la mentira como eje central de su comportamiento.

A diferencia del Trastorno Antisocial Aprendido, en la Psicopatía Pura,  las RESPUESTAS MUCHO MÁS FRIAS,  hay MAYOR MANIPULACIÓN y AUSENCIA DE EMOCIONES, ëstas últimas son fingidas a excepción de la ira o frustración, cuando no obtienen lo que quieren.  Las mujeres psicóptas al igual que los hombres, suelen ser HABILIDOSAS SOCIALMENTE, ENCANTADORAS y EDUCADAS, aparentemente sin problemas psicológicos, presentan BUENA IMAGEN y suelen llevar una vida aparentemente normal.
Son lo que solemos llamar Psicópatas integradas o subclínicas, ya que permanecen latentes y perfectamente integrados en la sociedad, hasta que algo se interpone en su camino . No suelen tener problemas con la justicia hasta que son pilladas, en la mayoría de las ocasiones cuando ya han delinquido o han realizado crímenes horribles.

LAS MUJERES PSICÓPATAS, son MENOS QUE LOS VARONES (proporción aprox, de 1 a 7). Hay muchas menos asesinas en serie, pero también existen.

Algunos ejemplos de estas serían:

-Maje, (caso Patraix anteriormente citado), enfermera que convenció a su pareja para matar a su marido.
-Angie, condenada por asesinar a su amiga Ana Mª Páez.
-Ana Julia Quezada, (ya citada), condenada por matar al pequeño Gabriel, hijo de su pareja.
Además, posiblemente haya que sumar a Encarnación Rico, recién casada de Alicante que iba en silla de ruedas y presuntamente mató a su marido con ayuda de su cuidador, y Alejandra G.P. de 32 años que presuntamente mató al hijo de acogida de su pareja.

La mujer psicópata es igual de dañina que el varón, pero su recurso a LA VIOLENCIA EXTREMA ES MENOR. Son mucho MÁS SUTILES. Utilizan más el veneno u otro tipo de métodos menos violentos, o en ocasiones, terceras personas a las que "encandilan" y manipulan emocionalmente, para que hagan el trabajo sucio. La mujer utiliza la seducción y el 50% de las asesinas han cometido su asesinato con la ayuda de un varón.
A diferencia del varón, no son cazadoras de sus victimas, sino recolectoras. Suelen atacar a las personas que confían en ellas, o con las que tienen relación de trabajo, amistad o sentimental. Son estables geográficamente.
MOTIVACIONES; Control, poder, lucro y celos.

Este tipo de mujeres se muestran como la mujer "ideal", llena de encantos, con buena imagen, con personalidad, con gustos definidos, incluso en ocasiones con intereses exquisitos. Su imagen de fragilidad y el hecho de ser mujer, las hace más difíciles de detectar, pero existen así que...

SEÑORES OJOS ABIERTOS.

domingo, 14 de enero de 2018

Hablarse en tercera persona ayuda

Así es, por mucho que nos tomáramos a risa, cuando Aida Nizar, de "Gran Hermano, hablaba en tercera persona, desconociendo si es su caso, hablarse en tercera persona ayuda a regular las emociones y nos ayuda a tomar perspectiva ante una situación complicada.

Pensar en tercera persona cuando nos enfrentamos a acontecimientos negativos puede ayudarnos a controlar mejor nuestras emociones, y el estrés que podamos experimentar.

"Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan y de la Universidad de Michigan, ambas en EEUU, han hecho una investigación con dos estudios en los que han observado que el diálogo interno en tercera persona en situaciones de estrés puede ayudar al autocontrol y evitar así que nos afecte en exceso o en su extremo que nos bloqueemos.

Al abordar los problemas desde un punto de vista externo se produce una menor reacción emocional y se ven las cosas desde otra perspectiva. Nos permite tomar distancia, controlar más las emociones que tanto nublan la razón y ver las cosas de manera más objetiva.

Un ejercicio para practicar podría ser;

Cuando tengas un problema o no veas con claridad algo toma asiento, respira tranquila y despacio, toma lápiz y papel. Imagina que el problema te lo cuenta tu yo más jóven, que te lo ha escrito en una carta que acabas de leer. Respóndele tu de igual manera. Hazle una carta a tu yo más jóven, intentando ver las cosas con claridad desde tu yo maduro.
El mismo ejercicio se puede hacer hablando primero como si fueras el yo más jóven e inexperto, y luego cambiándo por ejemplo de silla, desde tu yo más maduro.

miércoles, 10 de enero de 2018

¿Qué es la Psicología Forense?

La psicología jurídica y forense es hoy una de las áreas de la psicología ya consolidada que ha alcanzado entidad propia. Una prueba de ello, es el desarrollo que ha logrado en los diferentes contextos jurídicos en los que la Administración de Justicia tiene lugar; civil, penal, penitenciario, menores, social, laboral, militar, canónico, etc.

El psicólogo jurídico y forense, abarca tareas fundamentales de evaluación y asesoramiento pero también de prevención e intervención que se han extendido no sólo a juzgados, tribunales y fiscalías sino también a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

A diferencia de la psicología clínica donde se realizan tareas de evaluación, diagnóstico e intervención, en la psicología forense, se realiza una evaluación minuciosa de la personalidad del sujeto así como de la posible existencia de trastornos de personalidad, síndromes clínicos graves o trastornos psicóticos entre otros, y de su relación con el acto delictivo. Una vez realizada la evaluación pericial, se confecciona el informe y se aporta a la instrucción, quedando pendiente de ratificar en sede judicial.