El individuo con PERSONALIDAD ANANCÁSTICA o coloquialmente llamado "PERFECCIONISTA", es aquella persona que presenta rasgos de personalidad como hiperresponsabilidad, tendencia al control y la previsión, perfeccionismo y minuciosidad, fácil frustración, vivenciando antes lo que falta por hacer que lo que ya está hecho y exagerada atención al que pensarán los demás de él.
Hoy en día vivimos en una sociedad cada día más competitiva, donde parece que si no eres de los mejores no tienes cabida. Donde todo es para "ya", y en donde la información corre tanto que parece que nos quedamos atrás. Todo esto entre otras cosas hace que cada día nos sintamos más inseguros y en ciertas personas aparezcan conductas para compensar tanta inseguridad, como la perfección a la hora de realizar una tarea.
La personalidad anancástica está emparentado con el espectro psicopatológico obsesivo, y aunque puede haber una tendencia o cierta heredabilidad el que finalmente decide es el ambiente.
En estas personas el control es como un seguro de vida. La necesidad de control es muy frecuente y dicha necesidad tiene sus raíces en la inseguridad. Necesitan comprobar que están a salvo del error, de amenazas presentes o futuras y de perder el control. Todo lo que piensan que "quieren hacer" lo transforman en "debo de hacer", y cuando encuentran algún tiempo libre les produce una gran ansiedad y creen que deben aprovecharlo adelantando trabajo o haciendo alguna tarea que desde su punto de vista sea productiva. Identifican el ocio con perder el tiempo.
Finalmente todo este desgaste les lleva a acudir a consulta, pudiendo mostrar fuerte malestar, afecto negativo, ansiedad e incluso sintomatología depresiva.
Por otro lado, ALGUNOS EJERCICIOS que puede ir haciendo para no llegar a ese punto son;
1. Proponerse hacer alguna cosa al día no bien del todo o no como la hacían antes.
2. Saltarse la puntualidad en unos pocos minutos,
3. Delegar responsabilidades en los demás. Si salimos a comer o cenar que sean otros los que decidan el restaurante o el lugar.
4. No anticipar hechos. Anotar sus predicciones y observar si el resultado final es el esperado o si no se han cumplido.
5. No dirigir la conducta ajena y no hacer favores que no se le han pedido.
6. Acuda a pasar un rato con los amigos una vez por semana sin pretender hacer algo concreto, simplemente dejarse llevar sin hacer nada.