Actualmente entendemos por un trastorno de la personalidad, el conjunto de una serie de alteraciones que afectan al individuo en su pensamiento, afectividad, conducta y relaciones sociales, y que difieren de la norma y de lo socialmente establecido en esa cultura.
En concreto, el Trastorno de la personalidad límite, TLP o también conocido como Trastorno de la personalidad border-line, se caracteriza por una desregulación emocional así como por un pensamiento extremadamente polarizado (todo o nada) que lleva a tener relaciones interpersonales caóticas caracterizadas por extremos de idealización y devaluación. Además, también suele ir acompañado de una inestabilidad en el estado de ánimo, en la autoimagen y puede llevar a una falta en el control de impulsos, (por ejemplo; gastos, consumo de sustancias, conducción temeraria o atracones de comida).
Este tipo de trastorno es el más común de todos los trastornos de la personalidad y puede ir ligado a algún trastorno de la alimentación como pueda ser Bulimia o el Trastorno alimentario compulsivo, es por ello que en las últimas revisiones se habla de un trastorno emocional de la personalidad con dos variantes; impulsivo o border-line.
Este tipo de trastorno es mucho más frecuente en mujeres (76%) y se cree que no han aprendido a gestionarse emocionalmente debido a que suelen ser hijos de unos padres desentendidos o sobreimplicados.
El tratamiento psicológico es imprescindible en este trastorno de la personalidad. De esta forma, la terapia de conducta, la terapia cognitivo-conductual o la terapia conductual dialéctica, se convierten en unas importantes herramientas para su adecuado tratamiento.