Por desgracia, va en
aumento la incidencia de pacientes con algún tipo de cáncer.
El estilo de afrontamiento
y el nivel de adaptación del paciente ante el cáncer va a depender de diversos
factores como puedan ser:
-Grado de patología a
nivel clínico.
-Efectos de los
tratamientos (cirugía, quimioterapia, radioterapia, etc.)
-Nivel de apoyo social,
familiar y recursos ambientales.
-Competencia del paciente
para hacer frente al estrés y la disponibilidad de tratamiento psicológico.
La investigación acerca de
los tratamientos cognitivos-conductuales en cáncer, muestra consistentemente
que dichas intervenciones siendo no superiores a 10 sesiones, aplicadas tras el
diagnóstico de cáncer son altamente beneficiosas, tanto a corto plazo como a
largo plazo para producir un afrontamiento positivo, que les lleva a reducir
los problemas de ansiedad, depresión y mejorar su calidad de vida.
Las líneas de intervención
psicológica en pacientes con cáncer son las siguientes:
-Información. Es muy
importante que la información que se de al paciente sea la adecuada. Hay que
tener en cuenta contenidos, tipos de información, vías a la hora de administrar
la información al paciente y familiares, así como el momento y la secuencia más
oportuna. Hay que adecuar la información al estilo de afrontamiento del
paciente.
Algunos pacientes
prefieren olvidar, negar o evitar la evidencia de la enfermedad. En este caso
una información reiterada o exhaustiva puede ser negativo, mientras que otros
prefieren buscar información, por lo que se les debe ayudar a obtenerla.
En todo caso, la
información debe ser realista y hay que abstenerse de ofrecer panaceas, ni
expectativas positivas infundadas. A veces, se puede tomar una actitud
excesivamente positiva y no realista nada beneficiosa.
Hay que decir, que la
información del diagnóstico o tratamientos a seguir, puede hacerle sentir al
paciente mayor ansiedad inicialmente, pero a medio y largo plazo los pacientes
informados y sus familiares logran desarrollar una mejor adaptación al proceso.
Además, se puede acompañar de entrenamiento en estrategias para un mejor
afrontamiento. La ausencia de información puede producir una mejor adaptación
pero sólo a corto plazo.
-Intervención tras el
diagnóstico del cáncer. Se busca como objetivo la adaptación al cáncer
induciendo un estilo de afrontamiento positivo. Reducir la ansiedad, depresión
y reacciones emocionales desadaptativas, promoviendo un sentido de control
personal y participación activa, así como dotar al sujeto de estrategias para
hacer frente al estrés y facilitar la comunicación del paciente con su pareja y
su familia.
-Preparación para la
hospitalización y los tratamientos, con el objeto de reducir la ansiedad y el
impacto estresor que conlleva así como adquirir respuestas adaptativas a esta
situación.
-Intervenciones y
tratamiento asociado a la patología del cáncer o sus tratamientos médicos.
Control de reacciones condicionadas y otros efectos asociados a la
quimioterapia; ansiedad, náuseas y vómitos anticipatorios, control de la
fatiga, cambios en el aspecto físico, dolor, anorexia, problemas sexuales,
adaptación a amputaciones, etc.
-Intervenciones
preventivas de cara a futuras recidivas, como eliminación de hábitos no
saludables y adopción de hábitos beneficiosos para la salud.
-Intervención en la fase
terminal. Con el objetivo de paliar el proceso los más posible tanto en el
paciente como en sus familiares se trabaja para reducir la soledad y el
aislamiento del paciente, aumentar su control sobre el entorno, reducir la
apreciación de amenaza, disminuir la ansiedad y depresión, ayudar al manejo de
sus propias emociones y asistir como soporte emocional.