Alrededor de 3.500 personas
se quitan la vida cada año en España, pero en los medios se evita hablar de
este tema por miedo a que otras personas imiten dicha conducta. El suicidio es
uno de los temas tabú de la actualidad, no sólo presente en adultos sino
también en adolescentes.
El suicidio ha sido el tema
central del último congreso de Psiquiatría en Madrid y, según los últimos datos
registrados, se ha visto incrementado en un 13% este último año, llegándose a
dar alrededor de 300 casos en el Hospital Doce de Octubre de Madrid.
Una conducta suicida se
manifiesta en el intento de suicidio o el suicidio consumado. En ambos casos, aparecen
distorsiones del pensamiento (por ejemplo; “Así les haré un favor a todos y
dejaran de sufrir”) o “constricción del pensamiento”, es decir, se ve como
única alternativa de solución a sus problemas el suicidio.
Por suerte, la mayoría de
quienes han tratado de quitarse la vida, al mirar atrás, no se reconocen, no
entienden como lo intentaron, e incluso afirman que sabrían afrontar sus
problemas de otra manera.
¿Qué
lleva al adolescente a la idea de suicidio?
Algunos de los factores que
predisponen a un adolescente al suicidio son;
-Experimentar altos niveles
de crítica, exigencia u hostilidad.
-Falta de refuerzo por parte
de la familia.
-Falta de confianza en sí
mismo.
-Ansiedad, depresión, u
otros trastornos psicológicos.
-Experimentar cambios
importantes en su vida. (Ejm: Divorcio de sus padres, cambios de ciudad,
pérdida de seres queridos…).
-Padecer malos tratos.
Además, otros factores que
aumentan el riesgo de suicidio en la adolescencia son;
-El abuso de alcohol o el
consumo de drogas.
-Intento previo.
-Situaciones de estrés
familiar o conflictos.
-Cansancio, fatiga o
desnutrición.
-Sentimientos de angustia,
culpa, desesperanza o complejo de inferioridad.
-Ser víctima de “bulling”
(acoso escolar) o de intimidación.
Los adolescentes que pueden
presentar ideación suicida no siempre manifiestan tristeza, pero si aislamiento
o apatía. Algunas señales de advertencia son;
-Menciona de vez el suicidio
o la muerte en general.
-Insinúa que pronto acabara
todo o que pronto no estará.
-Menciona sentimiento de
desesperanza, culpa o angustia.
-Se retrae de amigos o de la
familia.
-Escribe sobre la muerte, la
separación o la pérdida.
-Empieza a regalar objetos
valiosos para él a hermanos o amigos.
-Tiene dificultades para
pensar con claridad o concentrarse.
-Pierde el interés por
actividades que antes le resultaban gratificantes.
-Participa en conductas de
riesgo.
-Muestra cambios en la
alimentación o el sueño.
En
muchos casos, estas personas piensan que quitándose la vida, están haciéndole
un favor a la familia.
¿Cómo actuar si el
adolescente tiene ideación suicida?
Ante
ideas de suicidio, es importante observar y escuchar al adolescente, para que
de esta forma pueda liberar tensiones y expresar su preocupación. Muchas veces
se tiende a evitar hablar de la ideación suicida pensando que al hacerlo
aumentaríamos el riesgo, pero todo lo contrario, es conveniente saber hablar de
ello, solo el hecho de hablar puede ayudar a liberar el afecto negativo que les
invade.
No se debe minimizar la
importancia que el adolescente da a una situación concreta, ya que para él,
está siendo experimentada de una forma intensa y menospreciarla podría aumentar
su sentimiento de desesperanza; debemos tratar de ayudarle a buscar
alternativas desde el respeto y NUNCA decir “no digas tonterías” o “me darías
un disgusto”. Además, debemos desterrar
viejos mitos como; “El que avisa nunca lo lleva a cabo”.
Es
importante tener un plan de crisis, es decir, una serie de estrategias que
puedan ser empleadas en caso de que aparezcan esas ideas suicidas, en terapia,
por ejemplo, se emplean una serie de tarjetas que el adolescente puede llevar
consigo y en las que puede registrar la aparición de señales de alarma (cuando
aparece ese ideación: en qué situaciones o ante qué estímulos). Además, se le
facilita una serie de apoyos para afrontar la situación desencadenante. Es
conveniente, poder contar con la ayuda de personas de contacto a las que el
adolescente pueda acudir en caso de que estas ideas vengan a su mente.
No
existe ningún plan de prevención del comportamiento suicida, pero algunas de
las técnicas empleadas son: la reestructuración cognitiva, las técnicas de
solución de problemas o el entrenamiento en habilidades sociales.
Cuando se lleva a cabo un
suicidio, ¿qué sucede con los familiares?
La
muerte con suicidio lleva a los familiares a presentar ciertas características
especiales, se preguntan el “por qué” de lo ocurrido, entran en estado de shock
e incomprensión y aparecen sentimientos de culpa, rabia e irritación. Revisan
continuamente que podrían haber hecho para haber evitado el suicidio. Aparecen en
ellos emociones nuevas y sienten que han perdido el control, pues de repente
todo se tambalea y ya nada es previsible. Suelen aparecer también pensamientos
del estilo “sólo queda vivir con eso” y evitan hablar del tema, lo convierten
en un tabú.
Hay
que tener claro que la ideación o conducta suicida podría equiparase al caso de
un incendio; por muchos detectores de humo que haya, a veces, al final algo se
quema.
“Cada vida es única e
irrepetible”.
Marisa
Hernández Torrijo (Psicóloga Clínica) y Nuria Lahoz Viamonte (Psicóloga en
prácticas).