Existen diferentes
tipos de trastornos de la conducta alimentaría; Obesidad, trastorno de ingesta
por atracón, Síndrome de comida nocturna, Anorexia Nerviosa y Bulimia Nerviosa.
En este post nos centraremos
en dar algunas pautas para prevenir, identificar y tratar la anorexia nerviosa. Los últimos estudios realizados hablan de una prevalencia de alrededor del 4,1- 4,5 % entre adolescentes. En concreto, en las adolescentes entre 12 y 21 años hablaríamos de un 3%.
Prevención para padres.
Existen muchas cosas que la familia puede hacer para prevenir los
trastornos alimentarios. Estas son algunas de ellas:
Algunos
signos de alerta.
·
No le vemos comer delante nuestro muchas veces y
cuando lo hace come poco.
·
Viste prendas de color oscuro y de mayor talla de la
que realmente necesitaría.
·
Ha aumentado la actividad física.
·
Se encierra a estudiar horas saltándose alguna
comida.
·
Se levanta muy tarde por la mañana y se salta el
desayuno.
·
Evita situaciones sociales donde se coma.
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Se pesa constantemente.
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Se mira mucho en los espejos.
·
Últimamente está irritable y/o triste.
·
No bebe alcohol o bebidas azucaradas.
·
Hace dieta.
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Estas son algunas de las líneas principales que deben
seguirse a la hora de tratar con una persona de la que se sospecha que padece
trastornos alimentarios.
- No niegues
a tus hijos la guía paterna, pero recuerda siempre que necesitan
desarrollar sus habilidades como futuros adultos. No es un bebé.
- Háblale
con confianza y preocupación. No tengas miedo de ser tan claro como sea
posible.
- Evita
concentrarte en su aspecto. Comentarios como "¡ya estás demasiado
delgada!" o "¡qué dices, con lo bien que estás!" no hacen
otra cosa que aumentar sus obsesiones con el aspecto corporal.
- Explícale
honestamente por qué sospechas que sufre un trastorno alimentario.
Cuéntale lo que has observado, no le prepares "trampas"; no es
una discusión a ver quién gana. Por ejemplo, es correcto decir: "Me
he dado cuenta que te estás saltando comidas, que comes menos en cada
comida y que haces demasiado ejercicio. Es obvio que estás perdiendo mucho
peso. Me preocupa tu salud".
- Cuando
comience el tratamiento, sé natural y cariñoso, pero no discutas sobre la
comida, el peso o el aspecto. No insistas en que coma o cambie sus
actitudes; conforme el tratamiento progrese, lo hará de forma natural.
Recuerda siempre sus intensos sentimientos de miedo e
inadaptación. Los castigos, los enfados y la impaciencia no harán otra cosa que
agravar los síntomas. Sé natural y cariñoso. Tienes un problema; quizás estas
ideas te ayuden:
- Reúne
información, consigue datos sobre el tratamiento en un centro de salud o
preguntando al personal educativo. Obtén ayuda voluntaria. Ni se te ocurra
pensar que ésto es algo "que debes manejar tu solo". No puedes.
- De manera
cariñosa y sin hacer juicios de valor, dile a la persona lo que has
observado y sugiérele que debe buscar consejo médico y psicológico. Si
ésta se niega, hazlo tú para que te den unas pautas y te informen del
problema de cómo actuar.
- Si es un
menor, habla de lo que has observado con sus padres (si es que no es tu
hijo).
Tratamiento.
La terapia psicológica con mejores resultados es la de corte
cognitivo-conductual, combinada con sesiones con un Nutricionista y
generalmente acompañada de tratamiento farmacológico prescrito por un
Psiquiatra.