¿QUÉ ES MINDFULNESS?
MINDFULNESS es una palabra inglesa que puede traducirse en español como “ATENCIÓN PLENA”. Mindfulness no significa meditación, como erróneamente se piensa, sino que se refiere a un estado o rasgo de la mente humana, descrito por todas las tradiciones religiosas y presente en todos los individuos en mayor o menor intensidad.
La meditación es una de las técnicas más utilizadas para conseguir este rasgo, pero no es lo mismo que mindfulness como tal. De hecho, se puede alcanzar elevados niveles de mindfulness sin meditar (por ejemplo, practicando ejercicios físicos o deportes con atención plena, aunque no es lo habitual) mientras que, por el contrario, no todos los tipos de meditación se asocian al desarrollo de mindfulness.
La meditación es una de las técnicas más utilizadas para conseguir este rasgo, pero no es lo mismo que mindfulness como tal. De hecho, se puede alcanzar elevados niveles de mindfulness sin meditar (por ejemplo, practicando ejercicios físicos o deportes con atención plena, aunque no es lo habitual) mientras que, por el contrario, no todos los tipos de meditación se asocian al desarrollo de mindfulness.
Vivimos en un mundo cada vez más competitivo donde todo va muy rápido. Hay un exceso de información “INFOXICACIÓN” y realizamos múltiples tareas en poco tiempo. Esto nos obliga a ir dos pasos por delante, a anticiparnos, a vivir deprisa sin disfrutar el presente. Psicológicamente vivimos en el futuro buscando en el pasado experiencias similares para poder ser más eficientes. Es decir, nuestro cuerpo está en el presente pero nuestra mente entre el pasado y el futuro. Esta diferencia entre el tiempo cronológico y el TIEMPO PSICOLÓGICO, es la culpable de gran parte de nuestro malestar.
Dentro del ámbito sanitario, Mindfulness se ha mostrado efectivo en;
-Tratamiento de enfermedades médicas (dolor crónico, las enfermedades cardiovasculares…)
-Tratamiento de enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad, trastorno obsesivo…)
-Tratamiento de problemas psicológicos (como depresión, ansiedad, dispersión mental y trastorno obsesivo)
Además, sirve como factor de prevención del estrés y del malestar psicológico, así como de otros trastornos mentales.
Dentro del ámbito sanitario, Mindfulness se ha mostrado efectivo en;
-Tratamiento de enfermedades médicas (dolor crónico, las enfermedades cardiovasculares…)
-Tratamiento de enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad, trastorno obsesivo…)
-Tratamiento de problemas psicológicos (como depresión, ansiedad, dispersión mental y trastorno obsesivo)
Además, sirve como factor de prevención del estrés y del malestar psicológico, así como de otros trastornos mentales.
La actitud correcta para practicar Mindfulness es;
-No esperar nada, simplemente probar.
-No pensar ni juzgarse, se trata de aceptar.
-Tener una actitud amable hacia uno mismo y autocompasión.
-No forzarse. Tener mente de principiante y aceptar que es un aprendizaje con sus aciertos y errores.
-Tener paciencia. Se ha demostrado que con la práctica constante de unos 20-30 minutos al día hay beneficios y cambios importantes a las 2 o 3 semanas. Sin embargo, como todo aprendizaje necesitamos un “rodaje”, por lo que se puede comenzar primero por 6-10 minutos y posteriormente ir aumentando el tiempo.
-No esperar nada, simplemente probar.
-No pensar ni juzgarse, se trata de aceptar.
-Tener una actitud amable hacia uno mismo y autocompasión.
-No forzarse. Tener mente de principiante y aceptar que es un aprendizaje con sus aciertos y errores.
-Tener paciencia. Se ha demostrado que con la práctica constante de unos 20-30 minutos al día hay beneficios y cambios importantes a las 2 o 3 semanas. Sin embargo, como todo aprendizaje necesitamos un “rodaje”, por lo que se puede comenzar primero por 6-10 minutos y posteriormente ir aumentando el tiempo.
Algunos EJERCICIOS para comenzar;
Todos los ejercicios deben comenzar con 5 respiraciones profundas. Contaremos mentalmente al inhalar hasta 4 y al exhalar hasta 8. Este anclaje ya permite que tu mente venga al AQUÍ/AHORA.
*Ejercicio 1. Respiración.
Continuamos con la respiración visualizando como entra y sale de nuestros pulmones y centrándonos en contar hasta 4 y 8.
Continuamos con la respiración visualizando como entra y sale de nuestros pulmones y centrándonos en contar hasta 4 y 8.
*Ejercicio 2. Escáner Corporal.
En este ejercicio el anclaje para mantener la atención en el momento presente son las sensaciones de cada parte del cuerpo, que son observadas y experimentadas en detalle. Comenzamos por la cabeza, incluyendo la frente, las cejas, los ojos, la nariz, los labios, las orejas y la mandíbula. Posteriormente, se explora alrededor del cuello, seguimos desplazando la atención ahora hacia los hombros, los brazos manos, pecho, abdomen, espalda, cadera y, finalmente las piernas y los pies.
En este ejercicio el anclaje para mantener la atención en el momento presente son las sensaciones de cada parte del cuerpo, que son observadas y experimentadas en detalle. Comenzamos por la cabeza, incluyendo la frente, las cejas, los ojos, la nariz, los labios, las orejas y la mandíbula. Posteriormente, se explora alrededor del cuello, seguimos desplazando la atención ahora hacia los hombros, los brazos manos, pecho, abdomen, espalda, cadera y, finalmente las piernas y los pies.
*Ejercicio 3. Caminar con atención plena.
En este ejercicio meditamos caminando. En posición de pie llevamos la atención hacia el cuerpo, empezamos a tomar conciencia de las sensaciones presentes en los pies en ese momento: el contacto con el suelo, el peso del cuerpo sobre la superficie, la temperatura del suelo y cualquier sensación de comodidad o incomodidad en los pies y en todo el cuerpo en ese momento. A partir de ese momento, se puede iniciar la práctica de caminar habitual, pero realizando de forma muy lenta y con conciencia de cada movimiento de los pies y las piernas y las sensaciones que conlleva ese movimiento de caminar.
En este ejercicio meditamos caminando. En posición de pie llevamos la atención hacia el cuerpo, empezamos a tomar conciencia de las sensaciones presentes en los pies en ese momento: el contacto con el suelo, el peso del cuerpo sobre la superficie, la temperatura del suelo y cualquier sensación de comodidad o incomodidad en los pies y en todo el cuerpo en ese momento. A partir de ese momento, se puede iniciar la práctica de caminar habitual, pero realizando de forma muy lenta y con conciencia de cada movimiento de los pies y las piernas y las sensaciones que conlleva ese movimiento de caminar.