viernes, 31 de agosto de 2012

¿PSICÓTICO O PSICÓPATA?. Caso José Bretón.

Nadie ha quedado indiferente ante los últimos resultados de la investigación en el caso de los niños Ruth y José. Toda España ha quedado conmocionada, ante el hecho de que lo más probable sea, que José Bretón matara y quemara a sus hijos en un intento de venganza hacia su mujer. Solo queda, que el último informe en curso lo confirme. Y ante esto, quedamos estupefactos pensando que mente perversa puede acabar con la vida de sus propios hijos, elaborar semejante trama y no perder los papeles en estos últimos 10 meses en ningún momento, manteniendo una escalofriante frialdad, sin ningún resto de sentimiento y acompañada de una actitud un tanto desafiante.
Pues bien, algunos profesionales de la salud mental, abogan por la existencia de una enfermedad mental, la cual sumerge al sujeto en un delirio lejos de la realidad. Una psicosis, donde José Bretón tiene montado su mundo delirante, y donde la paranoia entre otras cosas, le ha llevado a cometer semejante acto. Por el contrario, otros profesionales de la psiquiatría o la psicología, creen que todo esto es debido a un conjunto de desordenes mentales donde el narcisismo, los rasgos antisociales y la paranoia, se suman con algún otro resto de patología mental, para dar como resultado este tipo de locura manifiesta, en donde un padre acaba de semejante manera con la vida de sus hijos.
Es entonces, cuando yo me pregunto, si después de tantas revisiones de manuales de criterios diagnósticos, del CIE-10 y el último DSM-V, de tanto cambio de etiqueta que nos ha hecho pasar del trastorno maniaco depresivo al trastorno bipolar, o del trastorno múltiple de personalidad al trastorno de identidad disociativo, si a pesar de todo, de verdad es tan importante el nombre. Porque sinceramente, creo que la maldad como tal existe, al igual que el odio, el rencor, los celos o la ira, todas ellas emociones negativas que en un momento dado perdiendo el control te pueden llevar a matar, a vengarte, o a cometer cualquier otro tipo de acto irracional y despiadado.
 ¿Qué diferencia hay entre este hombre y otro, que los hay por desgracia en abundancia, que maltrata a su mujer hasta decir basta y que ante la idea de perderla la mata a ella o mata a sus hijos? Porque, creo que todos sabemos de casos muy parecidos.
Puede que la diferencia, esté en los diez meses de angustia de esa madre, o en las patrañas elaboradas por José Bretón para despistar a la policía, o en su maquiavélico plan tan elaborado y planificado, no lo sé, y es aquí cuando quiero recordar algo para los que apuestan por lo psicótico, siendo ahora cuando “me mojo”, y es que éstos suelen ser asesinos desorganizados, cosa que no parece haberse puesto aquí de manifiesto, sino que más bien, parece acercarse a lo que sería un asesino organizado, lo cual encajaría más con un asesino psicopático. Y debo admitir, que como ser humano que soy puedo estar equivocada, pero no puedo evitar poner de manifiesto mis pensamientos, y es que no me parece un psicótico que viva preso de su mundo delirante o de su paranoia, ¿O acaso era parte de sus delirios llamar a diferentes agencias de adopción para despistar a la policía?, por decir algo.

Así pues, en un principio, podríamos tal vez hablar de un caso más de violencia de género, en donde ante la pérdida de su mujer, José Bretón decide vengarse de ella de la forma más cruel y miserable, si no fuera, por lo que desde mi humilde opinión, creo que marca la diferencia, la maldad. Una maldad, dirigida por una mente perversa, llena de odio, fría y calculadora. Una maldad, acompañada de una crueldad infinita, que se pone de manifiesto en un homicidio perfectamente premeditado y donde en todo momento se es consciente de lo que uno está haciendo, intentado controlar todas las variables posibles, y todo ello con una absoluta falta de expresión o de sentimiento.
No deberíamos caer en psiquiatrizar algo que ha existido, existe y seguirá siempre existiendo, la maldad en su estado más puro.

Marisa Hernández Torrijo.
Psicóloga Clínica.