Aunque en una entrevista de trabajo se pueden realizar cientos
de preguntas, siempre hay algunas que son las más frecuentes. Lo mejor es tener
algunas respuestas preparadas y no dejar todo a la improvisación. Algunas de
estas preguntas son;
¿Cómo se definiría?
Reflexiona respecto a tu formación, valores, etc…y expresa tu
propia valía. No se trata de hacer alarde de los logros personales, pero sí que
seas capaz de reconocer tu capacidad de aprendizaje ante un error y tu espíritu
de sacrificio y la importancia que le concedes al esfuerzo.
¿Por qué estudió esto?
Habla de tus experiencias formativas y de lo que más te atrae
así como de las materias de tus estudios que fueron más útiles. También decir que algo “no es tu fuerte” indica
tener claras las ideas y tener carácter.
¿Por qué dejó su trabajo
anterior?
Nunca hay que hablar mal de la anterior empresa o de los
anteriores compañeros, ya que puede generar desconfianza. Hay que ser sincero
si nos han despedido. Se valorará nuestra sinceridad y nuestra capacidad de
adaptación a situaciones difíciles. Es aconsejable, comentar algún aspecto positivo
de la situación que “a priori” era negativa.
¿Por qué quiere trabajar
con nosotros?
Es importante que antes de acudir a la entrevista nos
informemos de la actividad de la empresa, estructura, localización,
delegaciones, departamentos y funciones etc… Hay que mostrar interés por la
compañía y por el puesto a cubrir. Se puede resaltar la magnitud de la empresa,
la seriedad, el sector, las posibilidades de progresión y futuro, etc…
¿Qué puede aportar a la
empresa?
Hay que enumerar las propias virtudes y capacidades, para ello
es mejor que antes de acudir hagamos una pequeña lista o repasemos algunas
cualidades positivas nuestras que pueden ser interesantes para el puesto.
¿Bebe alcohol o es
fumador?
Es verdad que los no fumadores se miran con mejores ojos, pero
no pasa nada por reconocer que se es fumador si se incide en que sólo se fuma
fuera del horario laboral. Respecto al alcohol, en algunas entrevistas puede
pasar que nos ofrezcan una bebida alcohólica (cerveza) o nos pregunten que
queremos tomar. Lo mejor es no tomar alcohol y al igual que el tabaco no pasa
nada por reconocer que nos tomamos alguna cerveza, siempre dejando claro que es
el fin de semana.
¿Prefiere trabajar solo o
en equipo?
Lo mejor es responder que aunque en equipo el trabajo es más
enriquecedor e interesante, también se está preparado para realizar el trabajo
en solitario. Si disponemos de algún ejemplo preparado de alguna situación
real, donde quede reflejado nuestra capacidad de trabajo en equipo y nuestro
esfuerzo y dominio en solitario mejor.
¿Cuáles son sus puntos
débiles?
Hay que intentar mostrar como defectos aspectos que, en
realidad, pueden ser positivos de cara al trabajo. Ser perfeccionista, ser
inquieto o ser cabezota, bien encauzados en el discurso pueden ser cualidades
valiosas para el puesto. Lo mejor es hacer antes de acudir un ejercicio de
autoconocimiento personal y tener preparadas algunas respuestas.
En una entrevista es importante ser natural, pero también
habérsela preparado. Estudiar los pasos dados hacia ese puesto de trabajo,
estudiar las funciones que se realizan y los requisitos del puesto, comprobar
nuestra apariencia y preparar nuestra candidatura un par de días antes, nos
ayudará a sentirnos más seguros y estaremos menos nerviosos.
Además otros aspectos a cuidar son;
-Intenta llegar puntual o incluso 5 minutos antes. Para evitar
ir perdido, busca el sitio exacto el día de antes te servirá para ir más
tranquilo.
-Cuida la imagen, el aseo personal y la higiene. Cuidado con
el olor a tabaco o a café, así como los chicles con fuerte olor a menta.
-Lleva por si acaso una copia del curriculum.
-Mantén una escucha activa, no te precipites, haz una pausa
breve, piensa tu respuesta y responde despacio. (Evita ser impulsivo).
-No tutees a no ser que te indiquen lo contrario.
-Apaga el móvil, no comas chicle y no lleves las gafas de sol
en la cabeza o en las manos. Además, procura no juguetear con el bolígrafo en
las manos. A veces puede salir disparado.
-Evita los tics (tocarte el pelo, hacer muecas…) o usar
coletillas. Por supuesto, no te muerdas las uñas, (inseguridad, ansiedad).
-No interrumpas, ni contradigas, ni corrijas a tu
interlocutor. A no ser que realmente sea necesario.
-Mantén el contacto ocular aproximadamente el 80% del tiempo.
-Cuida el espacio entre tu y el entrevistador.
-Evita dar la mano demasiado fuerte o muy débil (mano de
pescado). Hazlo siempre mirando a los ojos y sonriendo.
-Siéntate cuando te lo indiquen y donde te muestren. Si te
acercas a la silla y la tocas, provocarás que te inviten a sentarte.
-Cuida la postura. Evita continuos e incomodos cambios
posturales que pueden distorsionar la atención del entrevistador. No te sientes
ni al borde de la silla, (inseguridad), ni respantigado, (falta de respeto).
-Ante preguntas incómodas o irrelevantes, evita ponerte a la
defensiva o agresivo, ten en cuenta que suelen hacerse para ver cómo manejas la
situación.
-No utilices expresiones tajantes, (siempre, todo, nunca…).
-Si te preguntan por una cantidad retributiva, ajústalo en
función de lo que previamente te hayas informado sobre la empresa y/o convenio.
-Al finalizar la entrevista, demuestra tu interés y realiza
las preguntas necesarias sobre los temas que no te hayan quedado claros. A sí
mismo, es importante que expreses tu agradecimiento.
-Transmite seguridad en ti mismo e iniciativa.
Acudir a un psicólogo solo para repasar nuestras habilidades
sociales o trabajar la entrevista, nos puede ayudar. En muchas entrevistas de
trabajo, los entrevistadores son psicólogos industriales del departamento de
recursos humanos.