Ha quedado ampliamente
demostrado mediante diferentes estudios, que el tratamiento farmacológico solo
consigue reducir los síntomas de la ansiedad, pero no la remisión completa de
ésta, siendo frecuente que vuelva a aparecer con el tiempo.
La forma más adecuada de trabajar
este tipo de problemática, es abordando el origen del problema mediante la
psicoterapia. Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia en el
tratamiento específico de la ansiedad, son los basados en procedimientos
cognitivo-conductuales.
He aquí una relación de
aquellas técnicas consideradas más efectivas.
-Información al paciente
sobre la naturaleza de la ansiedad: mecanismos básicos, funcionalidad y
disfuncionalidad, explicación sobre los síntomas y su alcance, así como relaciones entre
pensamiento, emoción y acción.
-Entrenamiento en
relajación: respiración diafragmática lenta, relajación muscular progresiva,
respiración con visualización,
mindfulness, etc.
-Identificación y
neutralización de procedimientos contraproducentes, utilizados por el
paciente para regular su problema, pero que, en realidad, contribuyen, no a la
solución, sino al mantenimiento del problema.
-Entrenamiento en
técnicas de solución de problemas y organización del tiempo.
-Técnicas cognitivas
Identificación de interpretaciones catastróficas, creencias irracionales o
distorsiones cognitivas, control de pensamientos automáticos y reestructuración
del pensamiento. Para favorecer estos cambios es frecuente utilizar ejercicios
estructurados, "experimentos conductuales", cuestionamiento de
hipótesis mediante "diálogo socrático" o contrastes con la evidencia,
etc.
-Exposición controlada y
progresiva a situaciones temidas.
-Desarrollo de
habilidades sociales y mejora de la calidad de las relaciones interpersonales.
-Planificación de
actividades agradables y placenteras.
-Medicación: Normalmente
en combinación y como apoyo del tratamiento psicológico, si bien, en algunos
casos, como pueda ser en el abuso de psicofármacos, dicha asociación
está desaconsejada. Los medicamentos más utilizados son los ansiolíticos,
particularmente las benzodiacepinas. Se han utilizado con éxito antidepresivos
tricíclicos e Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina
(ISRS).El tratamiento farmacológico ha de estar siempre prescrito y supervisado
por un psiquiatra, o en su ausencia el médico de cabecera.
-Materiales de autoayuda,
como complemento de la terapia y como apoyo en la parte psicoeducativa.
Con
este tipo de materiales hay que tener claro que pueden servir como apoyo, pero
que nunca pueden sustituir a la psicoterapia.
Estos son algunos de los
recursos terapéuticos más conocidos y probados en el tratamiento de la ansiedad.
Dependiendo de cada caso se aplican unas u otras, siendo muchas comunes en
todos los trastornos que se incluyen en el espectro de los trastornos de
ansiedad como; Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), trastorno de pánico (TP), trastorno de
ansiedad generalizada (TAG), Trastorno por estrés agudo, fobias…
No obstante, hay que tener en cuenta, que estos trastornos pueden venir asociados a otros problemas,
(trastornos de la personalidad, problemas de autoestima, duelo patológico,
abuso o dependencia de drogas…) que
requieren también un abordaje, en el contexto de un tratamiento integrado y
convenientemente articulado.
Los tratamientos suelen
desarrollarse individualmente, aunque en algunos en ocasiones, en función del
caso y del momento, puede acompañarse de terapia grupal.
La duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos casos como puedan ser trastornos de la personalidad, pueden ser más largos y llegar a los 2 años o más.
La duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos casos como puedan ser trastornos de la personalidad, pueden ser más largos y llegar a los 2 años o más.