viernes, 21 de febrero de 2020

DETECCIÓN DE LA SIMULACIÓN. Inventando síntomas.


En el ámbito clínico o forense, es complicado detectar la SIMULACIÓN,  y más aún, diferenciarla de la sobresimulación (exageración de unos síntomas reales) o del trastorno facticio o "Síndrome de Münchhausen", que es un trastorno mental grave y donde la motivación del paciente es conseguir atención y tratamiento médico.

Para considerar el diagnóstico de simulación es necesario la presencia de incentivos externos significativos. Generalmente, suelen ser de tipo económico, como indemnzaciones y compensaciones económicas, el mantenimiento de bajas laborales, etc.

Indicadores de sospecha de simulación:

1. Existencia de un beneficio externo.

2. Discrepancia entre las pruebas médicas objetivas y la valoración subjetiva por parte del paciente.

3. Distorsiones de respuesta en las pruebas psicológicas.

4. Baja adherencia a las prescripciones médicas, tratamiento médico o psicológico.

5. Incongruencia entre signos y síntomas presentados en el curso previsible de la patología.

6. La frecuencia o intensidad de los síntomas excede mucho lo usual en la patología diagnosticada..

7. Duración del tratamiento muy por encima de lo esperable.

8. Escasos o nulos avances terapéuticos

9. Recidivas días antes de la posibilidad de alta laboral.

10. El paciente no da toda la información que se le pide.

Un paciente puede estar actuando de manera engañosa cuando;

- Se muestra distante, suspicaz y reservado.
- Trata de evitar pruebas o exploración.
- Tiende a dar detalles muy específicos del accidente o lesión y sus secuelas.
- Enfatiza continuamente los aspectos negativos y discapacitantes de sus lesiones.
- Eleva el tono de voz.
- Se realiza menos movimientos de pies, piernas, brazos y manos.
- Puede observarse más actividad neurovegetativa.
- Aparecen micro-expresiones no congruentes con la emoción expresada.
- Desincronía entre la expresión manifestada verbalmente por el paciente y la expresión facial.