lunes, 8 de julio de 2019

DEPRESIÓN

En muchas ocasiones, la familia de un paciente deprimido siente que no puede ayudarle o que si puede, no sabe cómo. Quizás, porque la persona deprimida no responde a sus intentos de que mejore o porque creen que no está poniendo suficiente de su parte.
¿Qué SÍNTOMAS hay en la depresión?
-Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi cada día.
-Disminución del interés o de la capacidad para disfrutar de todas o casi todas las actividades.
-Pérdida importante de peso (sin hacer régimen) o aumento de peso.
-Insomnio o hipersomnia casi a diario.
-Agitación o enlentecimiento psicomotor.
-Fatiga o pérdida de energía.
-Pensamiento negativo.
-Senimientos de inutilidad y culpa excesivos o inapropiados.
-Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse o indecisión.
-Pensamientos relacionados con la muerte.
Estar al lado y cuidar de una persona deprimida no es nada fácil, incluso cuando tenemos los recursos suficientes o el apoyo necesario.
¿Cómo puede entonces la familia ayudar a un paciente deprimido?
Os dejo algunas PAUTAS para entender a la persona deprimida y poder servir de apoyo.
1. INFORMARSE. Entender de cómo funciona esta patología es fundamental, para conocer que reacciones y cambios producen en la persona.
2. BUSCAR AYUDA. Es importante que en un momento dado el cuidador sepa dónde recurrir o en qué profesional apoyarse.
3. COLABORA en la terapia. El cuidador debe saber que pautas debe seguir el paciente, en determinados casos, o qué herramientas se le dan en psicoterapia, por si fuera necesario en un momento de "bajón" su ayuda.
4. NO DRAMATIZAR. No podemos reforzar sus quejas ni sus pensamientos negativos. No prestar mucha atención a determinadas conductas depresivas puede ayudar mucho al paciente.
5. CUIDA EL LENGUAJE. Hay que evitar comentarios negativos como; " No veo que avances mucho", puesto que la depresión suele ser una patología de largo tratamiento, "Hoy parece que estas peor" o "Que pena me da".
6. CONTROLA EL ENFADO. Si sientes enfado o frustración porque la persona no ha respondido como esperabas, date un tiempo. Abandona la situación e intenta tranquilizarte hasta que puedas apoyarle desde la calma y con un pensamiento positivo.
7. PROPÓN ACTIVIDADES. Busca pequeñas actividades placenteras que no requieran mucho esfuerzo para la persona deprimida y que las pueda realizar con cierta frecuencia.
8. REFUERZA EL CAMBIO. Cualquier cosa como una sonrisa o tomar alguna pequeña iniciativa hay que reforzarla para generarle emociones positivas y propiciar que se repitan en el futuro.
9. NO CULPES. La depresión no es culpa de nadie y menos del propio paciente. Es una psicopatología compleja donde influyen varias variables como genética, personalidad, fuentes de estrés socio-ambiental ,etc.
10. DISMINUYE LOS SENTIMIENTOS DE INUTILIDAD. Propón pequeños encargos que pueda realizar sin gran esfuerzo para que se sienta algo activo.
11. CUÍDATE CUIDADOR. El cuidador de una persona en situación de dependencia, como puede ser un paciente deprimido, asume muchas veces responsabilidades que alteran su propia vida y es frecuente que olvide sus propias necesidades. Hay que tener tiempos de descanso y para uno mismo.
12. REDUCIR OBJETIVOS. No podemos pretender que el paciente además de superar la depresión consiga otros objetivos. Por ejemplo; "Ya que estás así aprovecha para dejar de fumar", "Aprovecha para estudiar algo", etc. En estos casos, hay que moverse en un ambiente flexible, es decir, No importa si el paciente come sano o no, solo que coma, y no es importante que duerma en la cama o en el sofá, solo que descanse.

lunes, 27 de mayo de 2019

LLEVAR UNA DOBLE VIDA


Cada vez son más los casos que escuchamos de personas que aparentan llevar una vida normal, pero que la alternan con otro tipo de vida.
No es raro que personas terriblemente normales y encantadoras, escondan secretos a su familia, pareja, compañeros de trabajo y amigos. A veces, vidas enteras.

Pueden tener vidas donde estafan, delinquen, acuden a servicios de prostitución o consumen cocaína.
No hablamos de patologías ni de un trastorno doble o múltiple de personalidad. Hablamos de personas que estando en pleno uso de sus capacidades cognitivas, emocionales y conductuales mantienen DOS VIDAS distintas.

Una doble vida al menos desde el punto de vista psicológico no es más que una mentira hipertrofiada y sostenida en el tiempo que corresponde a una personalidad alterada o psicopática.

Por otro lado, no olvidemos que mentir, es más fácil y seguro muchas veces que decir la verdad. Muchas veces mentir es más fácil psicológicamente, económicamente y socialmente que dejar a la pareja.

Algunas dobles vidas suelen comenzar por accidente, una mentira lleva a la siguiente y sin darnos cuenta nos vemos atrapados, pero en muchos casos, son PERSONALIDADES PSICOPÁTICAS, donde comprenden la diferencia entre lo bueno y lo malo pero no les importa y donde la mentira les permite manipular. Solo importa satisfacer sus necesidades.

¿Qué está ocurriendo?

Vivimos una sociedad que ha cambiado mucho en los últimos años. El aumento de redes sociales, el móvil, horarios flexibles de trabajo o moverse geográficamente, tarjetas VISA de establecimientos, que la mujer esté ocupada trabajando y no tener hijos, entre otros factores, hace que sea más fácil llevar una doble vida.
Una sociedad cada vez más individualista y psicopática, llena de problemas de autoestima, donde el ser aceptados o gustar es una necesidad y el éxito social cobra especial importancia, junto con el malestar acumulado por lo difícil que está todo, entre otras cosas, hace que florezcan cada vez más casos.
¿Cómo es posible?

Algunas cosas como las nuevas tecnologías, hacen que sea más fácil llevar una doble vida:

-Aplicación de CUENTA DUAL de WhatsApp ”. Permite tener dos WhatsApp en el mismo número de móvil.

-En Google o en Chrome y en muchos móviles, se puede NAVEGAR DE INCÓGNITO, por lo que no quedará huella de nuestras visitas en la red en el historial.

-RECURSOS en el móvil. Llamamos recursos a fotografías o localizaciones, que no son del momento actual en que las envían, pero que las tienen guardadas para enviarlas cuando necesiten justificarse.

¿Qué puede hacernos sospechar?

-Suelen sacar casi a diario un tiempo a veces tan solo minutos para poder ESTAR A SOLAS con el móvil o el ordenador. Por ejemplo; “Me bajo al coche a por una cosa”. DESAPARECEN en reuniones familiares o de amigos con el móvil.

-Momentos del día en que no queda claro donde estaban o hay INFORMACIONES CONTRADICTORIAS. A veces citas con amigos o compañeros que no conocemos.

-CONDUCTAS COMPENSATORIAS. Un regalo inesperado a la pareja, notas de amor, mensajes bonitos, etc.

-Más de cariño EN PÚBLICO que en casa o en privado.

-CAMBIOS EN EL COMPORTAMIENTO o en la rutina. Acuden más al baño con su móvil, se duchan más veces, no se muestran del todo desnudos para esconder evidencias físicas. Pueden estar más callados en casa o mucho más animados de lo normal para compensar.

-CAMBIOS DE HORARIO. Salen más tarde de trabajar, entran antes o aparecen reuniones nuevas. Cambian sus horarios de gimnasio o de actividades lúdicas. Se acuestan más tarde.

-CAMBIOS EN LA IMAGEN. Cambian de estilo de vestir, de pelo o se hacen algún "arreglito", se ponen gafas sin cristales graduados, etc. Juegan con una doble identidad.

-RETIRADAS DE EFECTIVO, o salidas de dinero de la cuenta sin una explicación concreta o convincente.

-DESEO SEXUAL INHIBIDO o cambios en el comportamiento sexual. Algunos pueden hacer o proponer cosas nuevas.

-DIFERENCIA ENTRE LO QUE DICEN Y HACEN. Predican una cosa pero luego hacen otra. Por ejemplo; Dicen que no tienen dinero pero luego compran mucho.

-FIJARSE EN LAS MICROEXPRESIONES, puede ser difícil pero podemos sospechar que están mintiendo. Cuando no sospechamos no las notamos porque son muy sutiles y rápidas pero si los observamos y prestamos atención pueden revelar las emociones que intentan ocultar.
Una persona que esté mintiendo puede bajar la voz o alzarla como defensa. Suele haber latencia de respuesta, ya que tienen que pensar la excusa o la respuesta adecuada, y pueden evitar mirar a los ojos.